Estos días se escucha que la medida de restringir candidaturas, el requisito de los avales, se hace para conseguir un ahorro económico. Este ahorro, sin embargo, es un recorte más a los derechos democráticos, mientras se mira hacia otro lado en las importantes gastos que generan las campañas de la mayoría de partidos, las subvenciones y cargos a sueldo que trabajan para los partidos y que pagan las administraciones, es decir, los ciudadanos.
El día 10 de octubre la Junta Electoral, a instancias del Departamento de Gobernación de la Generalidad de Cataluña, resolvió que los partidos que no tuvieran representación en el Parlamento debían presentar un número de avales correspondientes al 0,1% del censo, por lo tanto, cerca de 7.000 firmas en las cuatro demarcaciones electorales del Principado.
A falta de una ley electoral catalana, la Junta Electoral considera que debe aplicarse la LOREG española, que incluye el requisito de los avales. Sin embargo, en las elecciones en Euskadi y Galicia del domingo, el requisito no se paso exigir.
A pesar de disponer de menos de una semana de margen, la CUP - Alternativa de Izquierdas ha demostrado una gran capacidad de movilización, y pudo presentar el pasado viernes un total de 27.111 firmas, de las cuales, desde el Penedès (circunscripción electoral Barcelona: Alt Penedès, Anoia y Garraf) se han aportado 2.138.
La CUP - Alternativa de Izquierdas quiere agradecer a todas las personas que se han acercado a los puntos de recogida de avales para dar su apoyo ya las que han colaborado recogiendo las firmas. También agradecer la voluntad de aquellas personas que hubieran querido firmar, pero que, debido a la situación de exclusión que padecen, no constan en el censo aunque residir en el país, no lo han podido hacer, como tampoco podrán votar en las próximas elecciones.
Aun conseguir los avales necesarios, la CUP - Alternativa de Izquierdas quiere denunciar la aplicación de esta ley, así como la el hecho de adoptarla precipitadamente. Una ley que restringe el derecho a la participación de otras candidaturas y la posibilidad de que, libremente, los electores puedan votar la formación que consideren oportuno.
Sin embargo, lo que inicialmente podía parecer un obstáculo se ha acabado convirtiendo en un elemento para activar la militancia y dar a conocer que, en estas elecciones, la CUP estará presente, y que mucha gente que hasta ahora no tenía esta opción de voto ahora la tendrá, tal y como han comentado en la CUP algunas personas que estos días han pasado por los puntos de recogida de avales.
Las 2.138 firmas no son votos, ya que también han avalado la CUP personas que simpatizan con otras opciones políticas, pero que comparten que no se pueden excluir otros grupos. De todos modos, el apoyo recibido anima aún más el conjunto de la Izquierda Independentista a seguir adelante para conseguir unos buenos resultados en estas elecciones y, sobre todo, para llevar la voz de la calle al Parlamento.
Por ello, de la misma manera que, antes de tomar la decisión de presentarse a las elecciones se convocaron asambleas abiertas para abrir el debate a vecinos, entidades y movimientos sociales, durante esta semana, se harán en todo el territorio asambleas abiertas para explicar la propuesta de radicalidad democrática, de unidad popular, de Buenos Aires que plantea la CUP - Alternativa de Izquierdas, y sumar el mayor número de apoyos posibles, de personas que quieran colaborar para hacer realidad el cambio.
La Candidatura de Unidad Popular cuenta con las personas y no con los bancos, ya que no se pedirá ningún crédito para concurrir a las elecciones. La campaña contará con medios propios y sobre todo con la movilización popular.
La voz de la CUP se encuentra en los medios locales, sobre todo en los municipios donde se ha implantado la CUP. Pero, aparte de los avales, también tienen claro que sólo los partidos con representación parlamentaria tienen lugar en los medios públicos de alcance nacional, lo que se hará más evidente durante la campaña. Es otra farsa de esta democracia que no les da miedo porque no quieren ser un producto publicitario, sino un instrumento de movilización, de conciencia y de perseverancia.
via | CUP
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